Allá por los ´80, decidido a pelearle a la injusticia que iba ganando terreno en el país (y que llegó a su máximo explendor con el menemismo y se mantuvo hasta el día de hoy) me afilié a un partido de izquierda.
De pronto me encontré con lo que cualquier persona se encuentra en un partido de izquierda: intelectualización al pedo de la realidad, autoritarismo desde la cúpula dirigencial, burocracia y revolucionarios de café.
Cuando quise cambiar un par de cosas, amenazaron con expulsarme.
El Secretario General de la Juventud de Ese Partido, para humillarme, se refería públicamente a mi persona como Lech Walesa: "Sos igual que el polaco: siempre tratando de hacer quilombo, pero nunca pasa nada".
Con el tiempo me desafilié de Ese Partido, El Secretario General de la Juventud de Ese Partido nunca fué concejal (porque Ese Partido nunca superó el techo del 1% de los votos), yo formé una familia feliz y Lech Walesa fué presidente de Polonia.
Un saludo para el pelotudo de Osvaldo C., El Secretario General de la Juventud de Ese Partido que para para humillarme se refería públicamente a mi persona como Lech Walesa.
11 dic 2007
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